Afirman que existió manipulación en grabaciones de circuito cerrado de Comandancia

Aníbal Espínola, periodista de Telefuturo, habló en contacto con La Unión R800 AM sobre las investigaciones que está realizando este canal de televisión con respecto al caso del atraco a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), en donde fue asesinado el joven dirigente Rodrigo Quintana.

Detalló que el lunes 10 de abril, un asistente fiscal y un perito forense fueron a la Comandancia de la Policía Nacional para verificar y extraer imágenes del circuito cerrado que da con el depósito de armas y municiones de uso letal, de modo a analizar los hechos ocurridos aquel viernes 31 de marzo, día de las manifestaciones contra la enmienda pro reelección. Señaló que desde ese mismo viernes hasta poco después de las 18:00 horas del viernes 7 de abril fueron desaparecidos los archivos del circuito cerrado. Afirmó que, según el perito, las grabaciones pasaron “por un mantenimiento” que posibilite información general y reinicio del sistema.

Espínola indicó que a través de otras cámaras se pudo ver que agentes de la División de Asuntos Internos de la Policía Nacional, un personal de Orden y Seguridad y un particular fueron los que extrajeron no solo las imágenes, sino también el disco duro del sistema. Agregó que el técnico de la empresa encargada de la instalación de los equipos de circuito cerrado le manifestó que no pueden realizar ese trabajo porque no tienen la contraseña de acceso, pero sí pueden visualizar las imágenes captadas de determinados días.

El periodista señaló que el Ministerio Público le dio siete días de tiempo a la Comandancia para entregar las grabaciones. Informó que el lunes 10 de abril el Ministerio Público se constituyó en el lugar para solicitar los videos. Sin embargo, recién al siguiente lunes, 17 de abril, recién la Policía hizo entrega de las imágenes.

Con todo lo expuesto por el comunicador, no es posible saber quién entregó las municiones y la escopeta a Gustavo Florentín, o quién le autorizó el retiro de las balas y el arma. Sospechan de complicidad de Fiscalía.

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