Aumentan las ocupaciones Mapuches en Argentina

Desde hace ocho días un número no determinado de mapuches mantienen tomado un predio privado de cinco hectáreas en Villa Mascardi, en jurisdicción de Parques Nacionales, en el terreno contiguo donde en noviembre pasado se instaló la comunidad Winkul Lafken Mapu y murió Rafael Nahuel.

Desde hace ocho días un número no determinado de mapuches ocuparon un predio privado de cinco hectáreas en Villa Mascardi, en jurisdicción de Parques Nacionales argentinos, en el terreno contiguo donde murió Rafael Nahuel, joven mapuche de 22 años muerto en un cuestionado operativo policial.

La propiedad privada, de 200 metros de frente, ubicada a 35 km de Bariloche, pertenece a Juan Grehan, hermano del financista fallecido en el atentado a las Torres Gemelas.

La familia se anotició de la usurpación el domingo pasado, cuando un hermano del propietario, que visita asiduamente Bariloche, intentó ingresar a la propiedad y se encontró con la tranquera tapiada con troncos y ramas, con construcciones precarias dentro del predio y con cuatro mapuches en lo alto del terreno.

Ante el riesgo de agresiones, Patricio Grehan y su mujer, Claudia Paladino, decidieron retirarse y hablar con los cuidadores, que no viven allí, para profundizar e informarse sobre la situación.

Hoy en la propiedad se despliegan dos sábanas a modo de carteles que rezan: “No pasar. Territorio Mapuche L.K.M”, con el típico símbolo mapuche en una circunferencia. Según vecinos del área, las siglas L.K.M significarían “Lof gracias por la tierra”.

En diálogo con el periódico La Nación de Argentina, Patricio Grehan, hermano del propietario e impulsor de proyectos sociales que enseñan música a niños y jóvenes de 34 barrios barilochenses, contó que el miércoles pasado, ante los hechos consumados, los cuidadores se dirigieron a la comisaría para que los secundara en el ingreso a la propiedad. Los efectivos les manifestaron que no podían acompañarlos debido a que estaban “amenazados por los ocupantes”, según relató a este diario.

 

Fuente: La Nación (ar)

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