Cómo el uso de ciertos emojis revela diferencias culturales

El uso de emojis en redes sociales por parte de comunidades o poblaciones representa una promesa dentro del campo de datos no estructurados en la era del big data, porque su análisis permite descubrir patrones culturales sobre hechos importantes a nivel mundial, como las elecciones presidenciales, afirmó un científico de datos en una entrevista con Télam.

“El día de las elecciones en Estados Unidos recolecté cerca de dos millones de tuits. El material en bruto fue caos y ruido. Pero al escribir un código, ver los emojis que usaron las personas y observar cuando mencionaron a (Donald) Trump y (Hillary) Clinton, de repente comenzó a aparecer una especie de señal. Así vimos patrones y después llegó el esperado momento denominado ‘ahá’ (eureka). Esa es la promesa de la ciencia de datos con emojis”, explicó Hamdan Azhar en diálogo con Télam.

Azhar es científico de datos y fundador de Prismoji, un laboratorio de periodismo de datos ubicado en Nueva York, dedicado a contar historias significativas basadas en datos sobre política, cultura y tecnología.

El nombre del laboratorio tiene un sentido que Azhar relató de la siguiente manera: “Los emojis son como un prisma, el cual toma una luz desde un punto y luego la transforma en sus colores constituyentes. De la misma forma, los emojis toman las emociones humanas y las expresan a través de algunos de sus cientos de símbolos coloridos”.

“Los emojis son un prisma universal porque se usan en casi todos los lenguajes y pueden implementarse para expresar casi todas las emociones”, señaló sobre estos símbolos creados por el japonés Shigetaka Kurita en la década del 90.

De esta forma, cuando ocurre un hecho mundial importante -ya sea vinculado con la política, el deporte o la cultura-, se observan, según el especialista, los emojis que usan las personas en las redes sociales cuando hablan sobre el evento para entender cómo se sienten. “También hago lo opuesto: leo las palabras que las personas usan con los emojis para entender qué significan. Es un círculo infinito”, agregó.

Así describió una parte de lo que implica su profesión, la de científico de datos, cuya “especialidad es descubrir patrones y contar historias sobre inmensos volúmenes de información”, en el marco de una era que hoy se conoce con el nombre de big data.

En este sentido, junto con las imágenes, los textos o videos, los emojis en redes sociales “representan la última forma de datos no estructurados”, consideró Azhar.

Para comprender su labor en un ejemplo, el especialista comentó los resultados del último análisis realizado por Prismoji durante el Ramadán. “Me sorprendió la similitud que se dio entre nueve diferentes idiomas con respecto a los emojis que se usaron durante esta celebración. En decenas de millones de usuarios (en Twitter), con más de 1800 emojis disponibles, hubo una coincidencia a nivel mundial en los tres que más se usaron: el corazón rojo, la luna creciente y las manos en forma de rezo”, señaló el científico de datos.

Asimismo, él y su equipo de trabajo vieron que tanto el urdu como el árabe casi nunca usaron el emoji de las manos en forma de rezo, mientras que la mayoría de los otros idiomas lo hace con mucha frecuencia.

“Este es un ejemplo poderoso de cómo los emojis reflejan creencias y prácticas culturales profundamente sostenidas. En el sur de Asia y y el mundo árabe, rezar con las manos plegadas se ve como una práctica cristiana o hindú. Los musulmanes rezan con las manos abiertas, dadas vueltas en dirección hacia nuestras caras. Por lo cual este emoij no aparece en los tuits escritos en urdu o árabe”, explicó.

En relación con esta observación, aclaró que necesita seguir investigando para llegar a una conclusión, pero se mostró confiado en que si son temas que resisten pueden encontrarse “poderosos hallazgos sociolingüísticos”.

El uso de los emojis en redes sociales o aplicaciones de chats para expresar distintas emociones también genera una demanda que va en aumento para que cada vez más objetos o prácticas culturales estén representadas en estas piezas gráficas.

Así, cada nueva versión es lanzada de forma anual por el Consorcio Unicode, que se encarga de estandarizar la forma en que los signos de puntuación y los caracteres idiomáticos son representados por diferentes sistemas informáticos.

Ayer, lanzó la versión final (10.0) de su protocolo estándar, lo que significa que el código requerido para el nuevo soporte de emojis ya se considera definitivo y estable para ser incluido en las actualizaciones de los principales proveedores como Apple, Google, Microsoft y Samsung.

Esta lista incluye nuevos emojis tales como dos modelos de dinosaurios, un hombre barbudo y el símbolo del bitcoin, entre otras 56 nuevas piezas.

 

Con información de LaNación.ar

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