Según Coronel, ellos operaban como representantes de la aerolínea Lamia. Cuando autoridades brasileras negaron el permiso de vuelo directo al Chapecoense, que tenía intensiones de fletar un avión para viajar de manera directa a Medellín, Colombia; la solución fue tomar el vuelo con Lamia.
De esta manera, el equipo partió –con Encina incluido- en un vuelo comercial desde el aeropuerto de Guarulhos, Sao Paulo, con una conexión hacia Colombia desde el Aeropuerto Internacional Viru Viru, en Bolivia.
A falta de 5 minutos de llegar a Medellín el avión cayó, específicamente en el municipio de La Unión, departamento de Antioquía. El accidente se cobró la vida de 75 de las 81 personas que integraban el vuelo. Entre los fallecidos apareció posteriormente el nombre de Gustavo Encina.