Un gigante que quiere volver a despertar

En los últimos años hubo una serie de ‘chispazos’, con fiestas organizadas en la zona de acceso a esta imponente estructura. Pero del otro lado la imagen resulta hasta aterradora: vidrios rotos, malezas, basura, grafitis y la más absoluta oscuridad. No queda ninguna butaca metálica, ni los bancos de madera. Instalaciones eléctricas, puertas, marcos de puertas, y todo lo que podían, se lo llevaron.
Este gigante, preparado para albergar a unas 20.000 personas, quiere recuperar su esplendor de los años 90; pero indefectiblemente es preciso contar con algo más que voluntad política.
La Comuna de San Bernardino tiene a su cargo esta difícil tarea y escucha propuestas de sectores privados. El intendente Luis Aguilar sostiene que debe ser algo a largo plazo, porque la inversión necesaria es millonaria.
La barra de venta de bebidas del anfiteatro. Foto: @cesbaez

 

La intención es ir recuperando el lugar poco a poco, en un proceso que puede llevar inclusive unos 10 años. Estiman que será necesaria una inversión inicial de USD 500.000 y actualmente aguardan la propuesta oficial de dos empresas interesadas en explotar el complejo.
“Esto nos obliga a que busquemos un mecanismo con el que nosotros podamos dar posibilidad de un retorno favorable a quienes invierten… se le podría dar otro tipo de servicio, realizar otro tipo de espectáculos perfectamente. Pero para muchas cosas, del vamos no podría ser utilizable”, explicó Aguilar.
A pesar de su deplorable estado, el anfiteatro da hoy un ingreso anual de USD 100.000 a la Comuna, gracias a las fiestas que se realizan durante el verano.
En el lugar no queda ninguna sola butaca metálica ni los bancos de madera. Foto: @cesbaez

 

La administración anterior estimaba que era necesiario de USD 3 millones a 5 millones de inversión para la refacción completa del anfiteatro construido en el predio de casi 9 hectáreas.
“Nunca es tarde para nada en la vida”, dice un grafitis de este gigante dormido. Muchos esperan que sea así.
Uno de los muchos grafitis que inundan el anfiteatro. Foto: @cesbaez

 

SUS AÑOS DE ESPLENDOR
A inicios de los 90′ se hizo realidad el sueño de Rubén Hug de Belmont (hoy fallecido), de contar con el mejor anfiteatro de Latinoamérica. Con otros inversionistas creó Lago Vista S.A. y sus empresas comprendían un hotel (Condovac), una compañía de transporte (línea 39), una agencia de viaje (Bip Tour), una inmobiliaria (Lago Vista). Además del estudio de arquitectura Ruggero-Zarza de Pablo Ernesto Ruggero Zarza y Petrona Ramona Zarza Flores, la empresa Jiménez Gaona y Lima como constructora, el Consorcio de Ingeniería Electromecánica que se encargaron de las estructuras metálicas, cuenta el portal de la eterna ciudad veraniega.
La imagen de ayer, dista mucho de la realidad actual. Foto: Archivo – Última Hora

 

El 24 de septiembre de 1992 las instalaciones son bendecidas con la “Noche paraguaya”, con Augusto Roa Bastos dando el discurso de apertura y la presencia de Los Cumbreños, Lizza Bogado, Carlitos Vera, entre otros.
Más adelante, también se dio la presencia internacional, con artistas de la talla de Air Supply, Paralamas do Sucesso, Alejandro Lerner, Ziggy Marley, Mijares, entre otros.
Años después, la crisis financiera de los 90′ afectaron a las empresas de Belmont y el silencio se apoderó del lugar. Tras la promulgación de la Ley 4784/12 la propiedad pasó a nombre del Estado Paraguayo, que posteriormente lo cedió al municipio de San Bernardino para su explotación por los próximos 20 años.
Fuente: Paraguay.com

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