¿Gripe en épocas de calor?

El contagio es sencillo. Se da a través de secreciones (gotitas de saliva o moco) que se expulsan al hablar o toser. Incluso un simple estornudo puede acabar infectando a otros.

Los cambios bruscos de temperatura y el uso excesivo del acondicionador de aire pueden favorecer el desarrollo de enfermedades respiratorias como la gripe o influenza. Igualmente, una dieta inadecuada, la falta de líquidos, sumado al estrés contribuye a debilitar la defensas del organismo y en consecuencia da lugar a la aparición esta patología.

Para prevenir la gripe en verano, la cartera sanitaria enfatiza la importancia de tomar todos los recaudos. Insiste en la práctica de hábitos higiénicos, entre ellos, el lavado frecuente de las manos con agua y jabón, antes de preparar y consumir alimentos, después de ir al baño y luego de sonarse la nariz.

Al toser o estornudar con la flexura del brazo o con ayuda de un pañuelo desechable, nunca con la mano, para evitar dispersar el virus.

Evitar los cambios bruscos de temperatura. Hacer uso de abrigos livianos si permanecerá por un tiempo prolongado en un lugar con acondicionador de aire, principalmente si la temperatura es muy baja. Lo recomendable es mantener el sistema de climatización entre 22 y 24°C. Tampoco es aconsejable exponerse mucho tiempo al sol.

Evitar las bebidas muy frías y muy calientes.

Para reforzar las defensas del organismo se indica comer saludable. Seguir una dieta equilibrada, aumentando la ingesta de líquidos y con el consumo de frutas y verduras para mantener la salud. Esto puede complementarse con la práctica de ejercicios físicos de manera regular.

 

 

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