Muhammad Ali tendrá la despedida que siempre quiso

Muhammad Ali tendrá la despedida que siempre quiso. Hace años que el campeón mundial de boxeo e icono del Estados Unidos de la última mitad del Siglo XX planificó su funeral, que tendrá lugar el viernes en Louisville (Kentucky), justo una semana después de su muerte a los 74 años por causas naturales en Phoenix, Arizona. Su cuerpo será trasladado a su ciudad natal en las próximas horas, según un portavoz de la familia.

El viernes, una procesión fúnebre atravesará la avenida en Louisville que lleva su nombre, su barrio natal y las calles en las que, hace más de medio siglo, celebró una de sus primeras victorias, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1960, cuando Ali todavía se llamaba Cassius Clay. La familia considera que Ali “era un ciudadano del mundo y sabe que todo el planeta lamenta su muerte”, explicó la noche del sábado el portavoz de los familiares del boxeador, Bob Gunnell. Mediante la procesión, “todo el que quiera podrá decirle adiós”, agregó.

El expresidente Bill Clinton, el actor Billy Crystal y el periodista Bryant Gumbell serán los encargados de hablar durante su sepelio.

Preguntado años atrás sobre cómo le gustaría que le recordaran en su funeral, Ali respondió: “Me gustaría que dijeran: mezcló varias tazas de amor, una cucharada de paciencia, otra de generosidad, medio litro de amabilidad, un cuarto de risas, una pizca de preocupación, y luego lo revolvió todo con voluntad y felicidad. Le añadió mucha fe y volvió a mezclarlo todo bien. Después, expandió la mezcla durante toda su vida. Y atendió a todas las personas merecedoras de ello que conoció”.

Dado que Ali se convirtió hace décadas al islam, la ceremonia religiosa estará liderada por un imam y se guiará por los ritos musulmanes, pero en ella participarán representantes de otras fes. Por ejemplo, el senador por Utah Orrin Hatch representará a los mormones, según la agencia AP. “Muhammad Ali era el campeón del pueblo y la celebración será un reflejo de su devoción hacia la gente de todas las razas, religiones y orígenes”, subrayó Gunnell.

Antes de las ceremonias públicas, la familia realizará un funeral privado el jueves.

Ali murió el viernes a las 21:10 hora de Arizona, donde vivió sus últimos años dado que el clima era más adecuado para sus males, secuelas del Parkinson que lo aquejó durante más de tres décadas. En los últimos días había sufrido un empeoramiento de un mal respiratorio que padecía, por lo que tuvo que ser ingresado en el hospital en el que acabó falleciendo por un choque séptico debido a causas naturales. El campeón de boxeo y de los derechos civiles murió rodeado de los suyos, que viajaron el mismo viernes hasta Phoenix y que le abrazaron y sostuvieron de las manos en sus últimos momentos, relató su hija Hana Ali en un mensaje distribuido por las redes sociales.

“Nos duele el corazón, pero nos alegra que papá esté ya libre”, escribió Hana Ali en su cuenta de Twitter. Fue la familia del boxeador la que tomó la decisión el viernes de retirarle la respiración asistida que le mantenía con vida.

“Muhammad siempre fue muy meticuloso a la hora de decir no solo cómo quería vivir, sino también cómo quería morir”, subrayó el portavoz Gunnell.

Su hija Hana relató los últimos momentos en vida del púgil. “Todos intentamos ser fuertes y le susurramos al oído: ‘Te puedes ir, estaremos bien. Te amamos, gracias, ya puedes volver con Dios’”, escribió. Según explicó, aunque sus órganos ya estaban fallando uno tras otro, su corazón insistía en seguir latiendo. “Durante 30 minutos su corazón continuó latiendo. Nadie había visto algo así, fue una verdadera muestra de la fuerza de su espíritu y de su voluntad”, afirmó.

FUENTE: EL PAÍS

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