Balotta fue muy claro al asegurar que no existió ninguna emergencia de desabastecimiento en el gas, así como tampoco ameritó que Petropar alegue que exista una “urgencia impostergable” para pagar 60% más caro por el producto de YPFB, empresa boliviana. Así mismo, agregó que no se cumplió ni una sola exigencia legal para recurrir a este proceso por vía de la excepción.
Señaló, que en su administración, compran el gas licuado de petróleo a un precio que oscila entre US$ 347 y US$ 360 la tonelada, tanto de Axion como de YPF, firmas argentinas. El monto es considerablemente diferente al importado por Petropar, estatal que importó a más de US$ 100 más caro que CAPAGAS. “Es raro que se haya hecho a un precio tan alto”, aseveró.
También criticó la forma en la cual la estatal dijo que habría falta del GLP, que afirmó que por medio de “un rumor de muy buena fuente” afirmó que escasearía este combustible y por eso aceleró los trámites para importarlo.