El EPP: ¿Grupo armado o elemento de distracción?

El periodista Hugo Pereira, oriundo de la capital del primer Departamento de nuestro país, es autor del libro “Extractivismo armado en Concepción”. El comunicador visitó los estudios de La Unión R800 AM y planteó la esencial pregunta sobre la cual basamentó su obra: ¿Existe realmente el EPP o se trata solo de un elemento de distracción por parte de cierto sector? El comunicador puso sobre la mesa una serie de cuestionamientos que hace que la presencia de este grupo armado, que se ha atribuido varios asesinatos y secuestros, se ponga en duda.

Señaló que sus cuestionamientos comenzaron ya hace más de 10 años, en 2006, cuando la comisaría del distrito de Hugua Ñandu fue baleada con armas de grueso calibre durante una hora y media hasta ser quemada por completa con dos uniformados dentro, según el informe oficial. “Extrañamente, los dos policías no murieron en el hecho”, indicó. Aseveró que otros documentos policiales sostienen esta versión, en los cuales se basó también la prensa. Indicó que tenía la suposición de que en el sitio se hallaría “una montaña de vainillas utilizadas”. Sin embargo, aseguró que “no había absolutamente nada. Las hojas de los árboles (de alrededor de la comisaría) estaban intactas”, agregando que pidió a los agentes que le sean exhibidas las vainillas de balas utilizadas, mencionando que “solo mostraron una bolsita con algunas de las supuestas vainillas”. Debido a estos hechos inciertos para él, relató que empezó a hacerse la sospechosa pregunta “¿qué es lo que está pasando acá?”.

Continuó relatando que en el 2009, en el distrito de Kurusu de Hierro, los campesinos del Departamento de Concepción estaban ganando una batalla contra la fumigación con agroquímicos en un establecimiento sojero, más aún porque estaban siendo respaldados por instituciones públicas, incluyendo la fiscalía y hasta la Gobernación del Departamento de Concepción. No obstante, señaló que “cuando tenían todo a favor para vencer a la fumigación con agroquímicos, es cuando aparece el EPP”, indicó, añadiendo que este grupo criminal asumió el discurso de la organización campesina de Kurusu de Hierro, motivando la caída de la lucha de los labriegos.

Hugo Pereira, autor del libro “Extractivismo armado en Concepción”.

 

“Yo me niego a decir que existe el EPP”, expresó el periodista, aunque aseguró que sí son reales los secuestros, asesinatos de militares y policías. “Obviamente, por ejemplo, la muerte de los ocho miembros de las Fuerzas Armadas a bordo de un camión no fue hecha por un fantasma. Alguien lo hizo”, manifestó.

Explicó que “la guerra de guerrillas tiene una intencionalidad política. Es una forma de llegar al poder a través de las armas y desde el cual se puede producir una transformación radical de la sociedad”. Explicó que lo que ocurre en Concepción no es guerrilla, “sino, en todo caso, es paramilitar. Es decir, el paramilitarismo busca sostener el status quo (situación actual y constante)”. Añadió que el EPP y sus supuestos desprendimientos, como la Agrupación Campesina Armada (ACA) y otros, cumplen un trabajo absolutamente funcional al mantenimiento del desigual reparto de la tierra. “Concepción ocupa el primer lugar en desigualdad de distribución de la tierra en Paraguay, que, según informes internacionales, es el país con el acceso más desigual a la tierra en el mundo”, expuso. De igual manera, criticó que, si actualmente este grupo criminal consta solamente de 26 miembros, “como guerrilla, políticamente es pésima”. “Si en una década solo logró reclutar a 26 tipos, no sirve para nada”, cuestionó.

Osvaldo y Liliana Villalba, del primer anillo del EPP. El sujeto es “comandante operativo” del grupo armado.

 

Agregó que este grupo, al igual que muchos otros en el mundo, no tienen objetivos revolucionarios, “sino reaccionarios”. Indicó que mientras las Fuerzas de Tarea Conjunta (FTC) están combatiendo contra labriegos que supuestamente están protegiendo al EPP, “el Paraguay está perdiendo su soberanía territorial”, debido a los constantes avances de los colonos brasileños a lo largo y ancho del Departamento, adosando que estos uniformados asumen el rol de “disciplinador” de la población campesina, de tal manera a que no se critique el modelo de desarrollo latifundista de sojeros y ganaderos.

Continuando con sus aseveraciones, Pereira manifestó que, si realmente el EPP fuese una guerrilla, debería establecer contactos con la población e incluso con las fuerzas del orden, lo cual no lo hace.

Indicó que solo el gobierno de Horacio Cartes ha gastado cerca de US$ 70 millones en el combate a este grupo criminal, sin obtener ningún resultado en absoluto. Sin embargo, señaló que “lo gastado no se compara con los intereses extractivistas que se están asegurando”, apuntando que, solo en Concepción, el mayor exportador de carne de Paraguay invierte cada año cerca de US$ 240 millones. Así mismo, manifestó que la teoría de que la violencia armada “está haciendo correr al capital extranjero” no es real, afirmando que ocurre exactamente lo contrario. “La mayor exportadora de carne del mundo, la brasileña JBS, se instaló en Belén con uno de los establecimientos más modernos de Sudamérica hace menos de un año”, manifestó.

Uno de los campamentos del EPP en medio de los bosques de Concepción. Hugo Pereira, autor del libro “Extractivismo armado en Concepción”, cuestiona, entre tantos ítems, que en más de una década este grupo armado, si realmente existe, prácticamente no haya reclutado a nadie en más de una década de operatividad, contando en la actualidad con menos de 30 integrantes.

 

Además puntualizó que, a pesar de que la soja no es muy cultivada en este Departamento, ya que es un territorio predominantemente ganadero, actualmente se está expandiendo hacia tierras indígenas, desplazando a muchos de ellos.

Pereira detalló que su libro está basado estrictamente en datos oficiales de modo a hacerlo de la manera más objetiva posible, aunque aclarando que se trata de una visión “desde la perspectiva de un norteño”.

Aclaró en todo momento que la población norteña no le brinda ningún respaldo ni se siente identificado con el EPP.

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