Escenario mostruoso: La Plata se prepara para recibir a The Rolling Stones

El primer show de The Rolling Stones en el país no tendrá absolutamente nada que envidiarle a cualquiera de las fechas que ha realizado la banda en los últimos años. El escenario que se construirá a partir del 6 de febrero sobre la tribuna América del Estadio Centenario será el mismo que se vió en su gira Zip Code y el que se verá en Latinoamérica, con unas pocas salvedades que corresponderán al cada lugar.
Según contó a El Observador Maurizio Trabal, production manager del equipo local de producción, encargado de la logística y armado del escenario, así como también de la seguridad, los ingleses llegarán con los mismos equipos de audio, luces, vídeo y pantallas con los que realizan toda su gira, mientras que los materiales para el escenario llegarán todos desde Argentina. En cada caso se necesita para su transporte 20 y 12 semirremolques respectivamente, además de cuatro camiones con el cubrecampo y otros cuatro con la equipación para la energía. “Para este tipo de show la energía viene con otra tecnología de generadores, cosa que acá no hay”, explicó Trabal.
Solo para el armado del escenario se emplearán 60 personas, otras 30 para el cubrecampo y 150 más para el descargue. Asimismo, la comitiva de la gira, entre los músicos y técnicos, se integra por 170 personas.
“Lo que ve el público es idéntico para toda la gira latinoamericana y la gira europea”, afirmó Trabal. Las medidas del escenario serán exactamente las mismas. La boca del escenario tiene 25 metros y tiene 15 metros de profundidad, aunque la mayoría se encuentra detrás de la pantalla gigante.
Por su parte, las dos pantallas que flanquean al escenario tienen un alto de 16 metros. Y en total, la estuctura asciende a 18 metros. Esta se trata de una cifra excepcional, ya que el máximo con el que la producción había trabajado fue de 14 metros en shows de Ricardo Arjona y Kiss, mientras que escenarios de shows locales tienen un promedio de 10 a 12 metros de altura. “Es una monstruosidad el escenario”, afirmó.
Con el fin de acercarse al público, la banda cuenta con dos pasarelas, una en paralelo al escenario y las pantallas de unos 60 metros de largo y otra en perpendicular (llamada “lengua”) de 32 metros, que finaliza con un pequeño proscenio circular y atraviesa buena parte de las zonas vip.
Por último, el escenario y las pantallas están recubiertas de una suerte de encuadre decorativo, que se ilumina con luces móviles y cambia de color.
A pesar de la enormidad del escenario y que Mick Jagger lo recorra de punta a punta, la banda utiliza poca parte del escenario. “Ellos arman bastante al frente, bien como banda de rock vieja. Si ves las fotos, ellos tocan pegados”, explicó Trabal. “Cuando arrancaron no tenían monitoreo. En los 1960, 1970 no había equipos de escenario, no había amplificación. Tocaban con los equipos de guitarra y bajo, y cerca del otro, con mucho contacto visual y escuchando los equipos del otro”. Aunque ahora sí usan sistemas de monitoreo, esa costumbre quedó.
Para esta gira, la banda tomó una decisión rotunda sobre el show, que no hubiera asientos en las zonas vips. Este hecho, que a muchas personas habrá cuestionado o disuadido la compra de esas localidades, responde a una aspiración de la banda: que el show se disfrute bailando y arengando, no sentado. “Suele ir mucha gente a cruzarse de brazos y a mirarlos. Y ellos quieren a los fans saltando. Esto es un concierto de rock”, afirmó Trabal.
Fuente: El observador

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