“Para cada módulo que se levante tenemos que llamar a una asamblea social. Cuando existe buena voluntad lo que menos se pone son trabas”, dijo en comunicación con La Unión, añadiendo que la propia ley expresa que tres audiencias grandes con la gente son suficientes para posteriormente llevar adelante los trabajos.
Dijo que los propios futuros beneficiarios con las viviendas piden que ya comiencen las obras y se acaben los trámites burocráticos. Sobre el punto, aseveró que Ferreiro demuestra “más intereses políticos que los intereses de la gente”. “Se nota cuando hay buena voluntad de llevar adelante los proyectos”, mencionó Durand, señalando que en estos momentos no ocurre tal situación.
El gobierno de Taiwán donó US$ 66 millones para la construcción de casas en la zona de los bañados. Las obras debían haber comenzado ya en enero, pero de momento aún ni siquiera los materiales a ser utilizados fueron llevados al lugar. El dinero corre peligro de vencer, según las propias autoridades.