Lindomar Reges quiso alquilar una casa en el Paraná Country Club hace dos años, pero no completó documentación

Lindomar Reges Furtado quiso alquilar una casa en el Paraná Country Club hace dos años, pero no completó la documentación requerida. El reglamento estipula que las casas solo pueden alquilarse a familiares. En este lapso, se hizo pareja de una de las dueñas, señala el presidente del Consejo de Propietarios del sitio. La administración del Country se muestra dolida por la detención de los guardias.

“La propietaria de ese domicilio que fue allanado creo que no tiene causa con la justicia. El señor Lindomar tampoco creo que tenía causas con la justicia. De hecho, él no figuraba en los registros del Paraná Country Club como propietario. Nunca se le entregó a él una tarjeta de acceso como pareja de la señora Gladys (Duarte)”, dijo Carlos González, presidente del Consejo de Propietarios del Paraná Country Club, en diálogo con Nuestra Mañana por La Unión.

Indicó que hace aproximadamente dos años Reges Furtado pretendió alquilar una casa, pero no completó la documentación requerida. Además, explicó que el reglamento del Paraná Country Club establece que las casas solo pueden ser alquiladas a familiares. “Es decir, pueda alquilarla el marido y puede anotarle también a la esposa y a los hijos para entregarles la tarjeta”, dijo.

Manifestó que están muy dolidos por lo ocurrido debido a que “las dos personas imputadas, porque lo único que hicieron fue cumplir con el protocolo”. “Lo que pasó el día del allanamiento fue que la Fiscalía vino y desde la ventanilla del vehículo mostró un supuesto oficio. Nunca dijeron (los agentes) a qué domicilio iban para este operativo (…) Lo único que hizo este guardia fue avisarle a sus superiores que estaba entrando la Fiscalía. Entonces, el supervisor de turno lo que hizo fue llamar por teléfono al jefe de seguridad. En ello se tardó nada más de dos minutos y 15 segundos”, señaló.

González expresó que aparentemente la Fiscalía no desplegó un trabajo lo suficientemente inteligente, considerando que “hubiesen quedado en las zonas periféricas a controlar a los vehículos que salían”. “No soy yo quien debería juzgar, pero quisiéramos tranquilizar a los condóminos”, expuso.

Comentó que los teléfonos celulares corporativos de los guardias fueron entregados al Ministerio Público, así como las imágenes de todas las cámaras de seguridad del Paraná Country Club.

En otro orden, afirmó que actualmente en el Paraná Country Club viven cerca de 6.000 personas, con un promedio de 6 residentes por casa. “Es una miniciudad que tiene todos los servicios. Tenemos nuestra propia planta de tratamiento de agua, planta de tratamiento de efluentes, universidades, supermercados, bancos, iglesias… Lo único que le faltaría para completar es un hospital”, dijo.

Admitió que, debido al gran flujo de vehículos que ingresan y salen del sitio, los controles no son muy estrictos.

En un comunicado difundido este jueves, el Paraná Country Club informó en un comunicado que el narcotraficante escapó por la entrada principal. La Fiscalía sostiene que los guardias actuaron como “campana” para permitir la fuga del capo brasileño.

Antecedentes

Dos allanamientos simultáneos se llevaron adelante el pasado martes en el Paraná Country Club, de Hernandarias, y en la sede de una empresa situada en el km 8 de Ciudad del Este. La operación es denominada “Turf”, realizada por narcotráfico y que es impulsada por la Policía del Brasil.

Hubo dos detenidos, ambos en el estado de Río de Janeiro. Uno de ellos fue identificado como Marcus Espíndola. El buscado es el brasileño Lindomar Reges Furtado, señalado por la justicia de su país por ser el líder una organización criminal brasileña que se dedicaría al envío de cargamentos de cocaína desde Paraguay al Brasil para posteriormente remitirla a Europa.

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