“Encuestas sirven para fraude democrático”, sostiene politólogo

El politólogo Marcos Pérez Talia señaló que cualquier estudioso de la política paraguaya sabe que "son irreales" los datos revelados por la encuestadora Ati Snead, que publicó que el postulante colorado a la presidencia de la República, Santiago Peña, lleva una ventaja superior a los 20 puntos con respecto a su adversario, Efraín Alegre, de la Concertación Nacional. No obstante, indicó que "la gente ya no come vidrio" con relación a estos números.

Marcos Pérez Talia.

“A mí me parecen, cuanto menos, llamativos estos datos por tres motivos fundamentales. Primero, porque en el 2018 hubo lo que yo llamé un ‘fraude democrático’, por haber presentado un escenario absolutamente irreal. Esta vez aparece este dato un mes antes, porque en aquella ocasión había aparecido en marzo. En segundo lugar, hay un sesgo de encuestas, porque todas dan una diferencia enorme a favor de un partido, casualmente el partido de gobierno. Y en tercer lugar, es el tiempo en que estas encuestas aparecen y que se ocupan de llevar la tormenta hacia la Concertación”, dijo Pérez Talia en diálogo con La Unión Hace La Fuerza por Unión TV y radio La Unión.

En ese sentido, dijo que la intención de la encuesta quizás no sea “hacerle ganar a alguien directamente”, tomando en cuenta que en la actualidad no hay condiciones ideales en la ANR porque “no hay abrazo republicano”. No obstante, afirmó que sí se buscaría desmotivar, desmoralizar y afectar las fuentes de financiación de la oposición. “¿Quién querría votar por un candidato que está 35 puntos abajo? Se busca afectar la participación”, manifestó el analista, añadiendo que “las distancias que plantean son imposibles”.

Pérez Talia recordó el caso del 2018, cuando la encuesta le daba una ventaja cercana a los 30 puntos a Mario Abdo Benítez para las presidenciales, mientras que el resultado final de las elecciones fue de apenas poco más del 3% sobre Efraín Alegre.

Más allá de todo, dijo que hoy en día el electorado es más consciente a comparación de algunos años atrás, por lo que, sumado a que las encuestas son falibles, dijo que la gente “ya no come vidrio”.

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