En un comunicado divulgado por la delegación de las FARC que negocia la paz con el Gobierno en La Habana, admite el asesinato de 2 indígenas en un departamento del sur de Colombia fronterizo con Ecuador, pero niegan haber matado a 26 personas, como le habían adjudicado los indígenas Awá.
Los dos indígenas fueron asesinados cuando perseguían a guerrilleros de las FARC que habían intentado atentar contra el líder comunitario Edgar Tumiñá y también habían tratado de retirar una valla con propaganda alusiva al que fuera el número uno de las FARC, Guillermo León Sáenz, alias “Alfonso Cano”, muerto el 4 de noviembre de 2011 en una operación militar en Suárez (Cauca).