“Se hizo una denuncia bastante fuerte de que se trató de desvalijar el INDI, pero esa situación no se produjo en absoluto”, aseveró en contacto con La Unión, añadiendo que se debió abrir un boquete en una pared para evitar ingresar por la entrada principal (ubicada sobre la calle Don Bosco entre Eduardo Víctor Haedo y Humaitá), donde se hallan apostados indígenas y sobre quienes dijo que actúan con “actitud violenta” tanto con personal de la propia institución como del Ministerio Público.
En ese orden, comentó que los elementos trasladados en el marco de una mudanza de sede fueron llevados hasta un establecimiento perteneciente al Ministerio de Defensa Nacional, ubicado sobre la avenida Artigas.
“Lo que se hizo fue una mudanza que no se pudo hacer de forma tradicional por los indígenas que estaban allí”, expuso Penayo en contacto con La Unión.
A su vez, Faustina Alvarenga, asesora de la presidencia del INDI, explicó que, en uso de sus atribuciones, procedió al traslado de documentos con el objetivo de preservarlos en el marco de una mudanza.
Indicó que se tuvo que realizar un boquete en una pared de la institución. “De esa forma se evitó un enfrentamiento”, subrayó.