“Estamos en una situación bastante complicada. Seguimos con alto número de contagios y los servicios públicos de internación van en ascenso. Nuestras camas en terapia intensiva están a tope al 100%”, manifestó Silva en contacto con La Unión, señalando que la ciudadanía “parece que todavía no asimiló que la situación está cada vez peor”.
Ante esta situación, el director de la Región Sanitaria de Central considera que es momento de reducir al mínimo las actividades sociales. “Vamos a entrar en tres meses cruciales: diciembre, enero y febrero, por las vacaciones y el movimiento de personas que generan”, advirtió.
Falta de insumos
Indicó que los hospitales centralinos lo que falta son insumos, los cuales, según se comprometió Salud, le serán proveídos durante este fin de semana. En contrapartida, destacó que los recursos humanos fueron reforzados con casi 6.000 contratos solamente en el actual periodo de pandemia.
“Son tres exactamente los que nos faltan, que son diuréticos, noadrenalina y atracurio”, detalló, afirmando que algunos medicamentos son muy difíciles de conseguir debido a que se producen en Brasil, país vecino que mediante decreto prohibió la salida de estos fármacos y sus respectivas materias primas.
Silva afirmó como ejemplo que familiares de un paciente deben comprar 20 ampollas de una medicación por día, cuyo costo en promedio es de G. 60.000 cada uno. “Eso es G. 1.200.000 por día. Golpea muchísimo el bolsillo de la gente. Estamos trabajando para que esto se soluciones”, expuso. “El COVID-19 es una enfermedad cara. Para dormirle al paciente tenemos que hacer un cóctel de drogas de midazolam, fentanilo y atracurio, y este último es el que actualmente nos está faltando”, agregó.