Secuestro de Edelio ya es el más largo del país

Ante la incapacidad demostrada por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en su lucha contra el EPP, el policía hoy se convierte en la víctima de secuestro que más tiempo permanece en poder de la banda delictiva.

En ocho meses de secuestro, la FTC solo se esmeró en dar excusas y pocos avances en su tarea de rescatar con vida al suboficial, quien fue llevado por el EPP la mañana del 5 de julio cuando estaba de cacería con un grupo de amigos en los montes de la localidad de Arroyito, departamento de Concepción.

Con esta jornada de cautiverio, Edelio supera en un día al secuestro del que fue víctima Arlan Fick, quien fue liberado el pasado 25 de diciembre, luego que la familia del menor haya pagado un millonario rescate.

En el caso del agente de policía, el EPP no quiere dinero, ya que Morínigo es de extracción humilde; la intención del grupo criminal en todo momento fue intercambiar al mismo por seis de los miembros de la banda presos. En un par de ocasiones, a través de comunicados, los secuestradores plantearon el intercambio, pero desde el Gobierno solo obtuvieron una rotunda negativa y la última vez se adelantó que no se iba a negociar con delincuentes al margen de la ley.

Según la FTC, Edelio sigue con vida. Esto lo aseguran a través de supuestos informes de inteligencia, pero lo último que se supo del uniformado fue lo que se vio en un vídeo a finales de octubre del año pasado en que habló el policía, lo que sirvió como prueba de vida. Después, nada más se supo del agente, a quien los delincuentes amenazaron de muerte si no se concretaba el intercambio.

Desde el año pasado, el EPP se llamó a un silencio absoluto sobre lo que ocurrió con Edelio.
Abandonados

La familia de Edelio denunció varias veces que a lo largo de estos meses de angustia fueron abandonados por las autoridades. Obdulia Florenciano, madre del policía, dijo en reiteradas veces que por su condición humilde nadie les ayuda. Inclusive, los padres de Edelio tuvieron que viajar para intentar ser recibidos por las autoridades en Asunción; luego de las promesas de siempre, volvieron a Concepción a esperar el desenlace del secuestro.

Muchas manifestaciones se hicieron por iniciativa de la ciudadanía pidiendo la libertad de Edelio; sin embargo, con el correr de los meses, estas muestras de apoyo se fueron diluyendo y hoy son pocos los actos públicos en los que se pide por el secuestrado.

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