The Spider Silva retorna para enfrentarse a Bisping

El par de regresos que se realizarán en la pelea estelar de Londres estarán completos de emotividad. Anderson Silva (33-6, 1NC) es uno de los históricos del deporte, y un nombre inconfundible dentro del MMA. Su carrera habla por sí mismo y ahora buscará enderezar sus recientes tropiezos en su última brecha como peleador. Michael Bisping (27-7) es un nombre sinónimo al MMA británico, y el longevo contendiente tendrá la oportunidad única de enfrentar una leyenda como lo es Silva, y a su vez, hacerlo frente su público inglés después de más de cinco años de ausencia.

El camino recorrido por Silva es incuestionablemente histórico, lleno de récords y por mucho tiempo considerado el mejor peleador libra-por-libra, un imbatible campeón, y simplemente un fenómeno de atleta y peleador. Venciendo a los mayores retos y aparentándolo sin esfuerzo alguno, ridiculizando a sus oponentes simplemente por superioridad técnica y habilidad que lo impulsaba a una confianza rara vez visto en deportes profesionales, el legendario Anderson Silva pasó por una caída tan repentina en la última parte de lo que va su carrera que hasta la fecha muchos no lo han terminado de asimilar o entender.

Su dominante reinado terminó en un par de golpes ante Chris Weidman y después ante una lesión escalofriante en mero combate. Después un regreso triunfal fue rematado con un positivo en el antidoping que revocó su resultado a un no contest; y de la nada el histórico brasileño caía. Ahora a sus 40 años de edad, Silva busca más que la redención, asegurarle a todos que su estatus legendario deberá ser recordado con una victoriosa despedida.

La última vez que Bisping peleó frente a su gente apareció motivado y consiguió una victoria tras tres rounds ante el japonés Yoshiro Akiyama. Desde entonces los resultados han sido inconsistentes para el veterano y ganador de The Ultimate Fighter 3. Han sido siete victorias y cuatro derrotas ante nombres constantemente grandes, pero Bisping reaparece tras dos victorias al hilo y con la oportunidad de extenderla a la grande ante Silva. Sobretodo, el británico es un talento establecido que ha demostrado un juego verdaderamente completo ante los contendientes más importantes de la división mediana.

Todos tienen su final. Esto es una realidad difícil para muchos atletas. El talento, la habilidad y la fortaleza mental de Silva no se han cuestionado en muchos años. Tal vez apareció antes de su tiempo, abriendo camino para una nueva época de MMA que aún no llegaba. Su carrera ha estado marcada con espectáculo y asombro. Pero mientras su grandeza también ha dependido de talento físico como agilidad, reacción y resistencia, sus 40 años de edad son un tema a considerar, especialmente si revisamos sus últimas tres salidas que resultaron en esa caída abrupta de su carrera.

No obstante, Anderson Silva tiene el nombre suficientemente grande para que nadie dude en él, nadie lo cuestione y constantemente aparezca como el indiscutible favorito. Así lo está haciendo ante Bisping, quien a pesar de buscar defender su lugar en su propia tierra natal, al seguir activo y con racha victoriosa no asume la posición de favorito.

Bisping, hay que recordar, es mucho más que un peleador de kickboxing. Es un gran veterano de diez años en UFC. Entiende el juego del MMA desde todos lo ángulos, tiene una gran defensa de derribo y un grappling sólido que le hace frente a los mejores. Su estilo de buscar el intercambio, sin embargo, podría jugar en su contra ante un sigiloso y peligroso Silva quien también ha preferido hacer de sus contrincantes víctimas constantes en la pelea de pie.

La pelea estelar en Londres aparenta ser un espectáculo de intercambio y manejo de octágono entre dos experimentados veteranos que gustan de la pelea de pie y que seguramente entrarán en provocaciones y juegos mentales, tema que no hemos tocado mucho. Bisping, entre sus cualidades como peleador, también es conocido por ser un hablador, provocando a sus oponentes constantemente. Y aunque Silva no es mucho así, dentro del octágono suele jugar con la psique de sus oponentes, bajando las manos, mostrando la cara, y básicamente haciendo sentir a sus oponentes que son insignificantes como reto físico y técnico, y por lo tanto, mental.

La pelea entre Silva y Bisping podría terminar en un festín de golpeo. El error de Bisping tendrá que ausentarse si no quiere caer víctima del dominio de Silva, en todos los aspectos, pero éste tiene sus propios retos internos por enfrentar, presiones aumentadas por comprobarse de nuevo, rebotar de las derrotas, su caída inesperada, así como cerrar su condecorada carrera en lo alto. La pelea conmoverá a la comunidad mundial de MMA que sin duda sintonizará, y es más que nada debido a Silva, quien a sus 40 años y con toda la incertidumbre rodeándolo, sigue siendo el favorito, un nombre que pesa y un hombre que ha marcado historia en el deporte.

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