Arza indicó que el problema principal no es exactamente que los padres sean antivacunas, sino que muchos no tienen conocimiento detallado de los beneficios de la vacuna y se mantienen dubitativos sobre sus efectos.
“Lo que veo es que hace falta comunicar más. El problema que tenemos desde siempre en Paraguay es que la gente no quiere vacunarse por desconocimiento. Las dudas tienen que ser disipadas para que los chicos puedan ser inmunizados, tomando en cuenta que los padres por lo general creen mucho en lo que corre por WhatsApp. Es una asignatura pendiente comunicar en nuestro país, que se disipen las dudas, que se hagan buenas campañas”, dijo la pediatra en diálogo con Nuestra Mañana.
En ese sentido, manifestó su preocupación por la baja cantidad de niños inscriptos en la web Vacunate del Ministerio de Salud, ya que hasta el momento se han registrado apenas poco más de 180.000, en tanto que a nivel nacional en total son más de 800.000.
Subrayó que las vacunas “son seguras e inactivadas” y que sus efectos adversos son efímeros y leves tanto en personas sanas como inmunodeprimidas, según datos brindados por las autoridades sanitarias de los países de la región donde fueron aplicadas, como lo fueron Brasil, Argentina y Chile.
“Necesitamos que esas vacunas se aprovechen, que no se pierdan porque esas 500.000 dosis se traducen en 250.000 niños inmunizados con dos dosis”, enfatizó Arza.