Nació con la lengua del tamaño de un adulto, pero tras una cirugía por fin ha podido sonreír

Cuando Madison y Shannon le dieron la bienvenida a su bebé, nunca imaginaron lo que verían en su rostro. Al nacer, la pequeña apenas y podía llorar… el tamaño de su lengua le estaba impidiendo respirar.

Paisley Morrison-Johnson nació con un problema genético llamado síndrome de Beckwith Wiedemann, una enfermedad que se caracteriza por un aumento en el tamaño corporal o de algún órgano en específico. En este caso, se presentó en la lengua de la bebé.

Este padecimiento ocurre en uno de cada 14 mil nacimientos y puede aumentar las posibilidades de presentar niveles bajos de azúcar en la sangre o incluso la aparición de tumores. Así lo señalan los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés).

Al ver su condición, los médicos avisaron a los padres de la niña (originarios de Dakota del Sur) que debían operarla de emergencia para evitar que se asfixiara. De hecho, durante la intervención, existía un riesgo de que las pequeñas vías respiratorias de la menor pudieran quedar bloqueadas debido al tamaño de su lengua.

Durante sus primeros seis meses de vida, Paisley fue incapaz de comer y tuvo que ser alimentada mediante un tubo gástrico. Más tarde, su lengua volvió a crecer y fue intervenida de nuevo. Para entonces, su órgano ya medía 15 centímetros (5.9 pulgadas) y se le salía de la boca.

Actualmente, con casi un año y cuatro meses de vida, y luego de que le extrajeran casi la mitad de la lengua, la bebé se encuentra en las mejores condiciones. Ya está comenzando a emitir sonidos y, de hecho, por fin ha podido sonreír.

Los médicos esperan que la niña ya no tendrá que someterse a más cirugías. “Parecía que tenía la lengua del tamaño de un adulto dentro de la boca de una menor. Ahora parece una nueva bebé. Ser capaz de ver su sonrisa es absolutamente gratificante para nosotros. No podía creer lo bonita que se vería mi niña”, contó la madre de la niña al diario Daily Mail.

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