“El escenario del río Paraná es realmente preocupante, porque registra una baja histórica. Desde la cuenca alta y hasta el Río de la Plata la bajante es preocupante. Bajo represa no hay agua. Estamos parados”, lamentó Juan Carlos Muñoz, vicepresidente del Centro de Armadores Fluviales del Paraguay, en comunicación con La Unión.
Señaló que el impacto principal se produce en cuanto a los tiempos de transporte y a la “subutilización” de bodegas, además del costo logístico que debe ser incrementado ante estas circunstancias. “Que todo lleve más tiempo cuesta más caro. El impacto es de menor producción por viaje y mayor tiempo de viaje. Eso hace que todo el sistema se deteriore y aumenten los costos”, explicó Muñoz.
Indicó que similares condiciones se registran en el río Paraguay.
Muñoz afirmó que el problema de la bajante y la falta de lluvias, que se prevé que se extienda al menos por dos semanas más, se debe a la “terrible deforestación” producida en la cuenca alta del río Paraná, en territorio brasileño. “Hicieron un desastre ahí”, criticó.