¿Se puede adivinar tu nombre sólo viendo tu rostro? La ciencia revela que sí

Seguramente en alguna fiesta, evento o encuentro con personas nuevas te presentaron a un Omar, Juan, Pedro, María, Guadalupe, Regina, o el alias que gustes, y alguien con el ceño fruncido dijo la frase: “Pensé que tenías otro nombre, es que tienes cara de…”. Después de la adivinación se rompe el hielo e inician una conversación básica.

Bueno, la ciencia acaba de revelar que las personas no usan “magia” o tienen una habilidad extra natural para ubicar tu rostro y nombre a primera vista, sino que el juicio humano o los estereotipos culturales que atribuimos a los nombres puede causar un conflicto interpersonal.

Lo ponemos de manera aún más sencilla: si te llamas Juan ¿En serio tienes cara de llamarte Juan?

Un estudio publicado por la revista Journal of Personality and Social Psychology demostró que la neurociencia explica el proceso por el que hay quien tiene cara de llamarse Juan.

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Fuente: Vanguardia

El equipo dirigido por Yonat Zwebner, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, realizó una serie de experimentos que involucró a cientos de participantes originarios de Israel y Francia.

En cada prueba, los participantes se le mostraron una fotografía de una persona al azar, al observar la imagen tenían que marcar en una lista un nombre dentro de 4 o 5 opciones, con resultados sorprendentes, la afectividad de los concursantes era de un 30 y un 40 por ciento de las veces, incluso cuando en las opciones podían juzgar el origen étnico, edad y otras variables socioeconómicas.

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Yan Kaspers Anshel Miss Unvierso Israel 2017. Fuente: Norma’s Blog

Los investigadores teorizan que el efecto puede ser, en parte, debido a los estereotipos culturales asociados con los nombre de su país. Por ejemplo, como los experimentos fueron llevados a cabo tanto en Francia como en Israel, las preguntas y rostros eran tanto para nombres europeos como hebreos. Los estudiantes franceses eran mejores en el azar para los nombres y caras francesas y los estudiantes israelíes tenían un mejor tino en los rostros y nombres hebreos.

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Iris Mittenaere Miss Universo 2017. Fuente: Gioteca

Por su parte, Zwebner indicó en el artículo que la manifestación del nombre en una cara podría ser por una aparente alteración en el subconsciente debido a normas culturales y señales asociadas con sus nombres.

La investigadora sostiene que las personas están sujetas a una estructura social desde el primer minuto en que nace, lo cual nos hace capaces de adaptar nuestra imagen al nombre que se nos asignó desde el primer minuto, por ello desde pequeños, reaccionamos inmediatamente a los llamados por nuestro nombre por un estereotipo fisionómico asociado.

Yonat Zwebner

Yonat Zwebner. Fuente: University of Pennsylvania

Por su parte, el Dr. Ruth Mayo, uno de los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén, indicó que dichos hallazgos sugieren que la apariencia facial representa las expectativas sociales de cómo nos debemos mirar conforme a nuestro nombre.

La autora principal, Yonat Zwebner, indicó que su investigación también se basó en otros estudios vinculados a los nombres, incluyendo cómo se debería mirar alguien. Por ejemplo, las personas asocian a una persona llamada Bob con un rostro redondo a comprar que alguien llamado Tim.

Zwebner finaliza asegurando que los estereotipos pueden, con el tiempo, modificar la apariencia facial de las personas.

 

 

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