“Estaba en el momento y lugar equivocado”, reflexiona Orlando Arredondo, intentando entender la muerte de su hermano. El profesional médico deja cuatro hijos tras su fallecimiento.
Lo sucedido este jueves en la capital del Amambay derriba la repetida interpretación de las autoridades que, intentando justificar la inacción, sostienen que los ataques de sicarios se cobran las vidas ‘solamente’ de las personas ligadas al narcotráfico.
“Es una pena que los inocentes paguen por los pecadores”, dice contundente Orlando, recordando que su hermano estaba en una pista de motocross acompañando a uno de sus hijos.
El objetivo de la docena de matones habría sido el dueño del terreno deportivo, Fernando Olmedo Calonga, quien fue herido, y es ex piloto del extinto narco Jorge Rafaat. El custodio del mismo, Leandro Steinhauser, también falleció.