Calor extremo y fuertes vientos avivan incendios forestales en Australia

La Oficina de Meteorología (BOM, por sus siglas en inglés) informó que el calor extremo, junto con los fuertes vientos del oeste, habían creado severas condiciones para los incendios forestales en gran parte del estado, que se caracteriza por la minería y la agricultura, que no se espera que disminuyan hasta el martes.

“Esas temperaturas realmente elevadas combinadas con los fuertes vientos es lo que está causando que el peligro de incendio aumente hoy”, explicó Harry Clark, funcionario de la oficina meteorológica.

El meteorólogo añadió que las condiciones eran “extremadamente inusuales” para Queensland en esta época del año y que el clima desfavorable probablemente no mejore al menos hasta el martes.

Los incendios forestales han estado activos durante más de una semana en algunas partes del estado y los bomberos de toda Australia han sido llamados para ayudar a contener las llamas, señaló el Servicio de Bomberos y Emergencias de Queensland.

De momento, la única muerte relacionada con el fuego ocurrió en la noche del viernes en la ciudad de Rolleston cuando un árbol cayó sobre un hombre de 21 años que intentaba despejar un cortafuegos.

El viceprimer ministro australiano, Michael McCormack, indicó que los incendios habían destruido más de 527.000 hectáreas de terreno en todo el estado.

“Hay gente allá afuera, están agotados, están peleando la batalla por su comunidad, por sus distritos y sus vidas, y seguirán haciéndolo”, dijo McCormack a medios de prensa en Mackay, una ciudad a más de 900 kilómetros al norte de la capital del estado, Brisbane.

Las partes de la costa este de Australia también están siendo presas de una sequía sostenida que ha diezmado los cultivos de trigo.

La caña de azúcar es también un cultivo importante para el estado. Unas 700 hectáreas de granjas de caña de azúcar cerca de Mackay se habían quemado, pero no se esperaba que afectara la cosecha de 2018, dijo una portavoz de la Organización de Cultivadores de Caña de Queensland.

“No afectará en absoluto a la cosecha de 2018 porque las áreas afectadas se han terminado de cosechar”, dijo la portavoz.

 

Con información de Reuters.

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