El protocolo de retiro de cuerpos de fallecidos a causa del coronavirus 

Enrique Hellmers, director ejecutivo de la empresa Parque Serenidad, explicó cómo es el proceso de remoción de una persona fallecida por COVID-19, ya sea en un hospital o en una casa particular.

Foto: parqueserenidad.com.

En primer lugar, explicó que se inicia con la sanitización total del cuerpo una vez que se confirma la muerte por COVID-19 en el hospital, para luego envolverlo en dos bolsas. Luego se introduce en los ataúdes, que son sellados con estaño y chapas.

“Lo que incluimos acá en el Parque Serenidad es tanatopraxia, consistente en una sustitución total de los fluidos para garantizar la permanencia del cuerpo aséptico en un velatorio y tenerlo por varios meses en buen estado”, explicó Hellmers en contacto con La Unión, para luego proceder al velatorio.

De todos modos, dijo que no está permitida la exposición de largo plazo del féretro o tener mucho contacto con el cuerpo, más allá de todas las medidas de seguridad desplegadas. Finalmente, se lo lleva al cementerio.

En el caso de las personas con coronavirus que mueren en las casas, el director expuso que se utilizan tres vehículos: un puntero, otro en el que son trasladados los dos funcionarios que sanitizan el cuerpo y un último, llamado como “retaguardia” o “cola” en el que es transportado el féretro, en el que, luego del proceso de sanitización, se lo lleva al cementerio.

Por último, Hellmers lamentó que el sector funerario no opere en conjunto en estos tiempos de crisis. “Hay mucha competencia desleal. Entre los dueños no se hablan”, expresó.

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