Henrique Capriles encabezó la multitudinaria marcha número 50 contra Maduro en Venezuela

Una nueva marcha en las calles de Venezuela reunió a decenas de miles de personas que reclaman contra el presidente Nicolás Maduro. Mientras efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) reprimen en Caracas con gases lacrimógenos, los más de 10.000 manifestantes resisten y caminan desde la principal autopista de la ciudad hasta el Ministerio del Interior y Justicia en el centro de la capital.

Las cifras aterran: las protestas antigubernamentales cumplen ya más de 50 días. Casi dos meses de marchas. Son 2.200 detenidos, miles de heridos y 47 muertos. Más de 40.000 personas protestaron en la ciudad de San Cristóbal, en el estado de Táchira, frontera con Colombia, hacia donde Maduro ordenó el envío de 2.600 militares tras disturbios y saqueos la semana pasada.

El líder opositor Henrique Capriles, que encabeza la marcha bajo el lema “Somos millones”, dijo antes de iniciar la caminata hacia el Ministerio del Interior: “Esto ha sido una masacre contra el pueblo, pero a pesar de todo, mientras más represión, más resistencia y lucha por Venezuela”.

Esta semana el gobierno le impidió al líder opositor viajar a Nueva York, donde pretendía denunciar la represión en Venezuela ante el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU. Capriles invitó a marchar todos los días que sean necesarios hasta que cambie la situación en el país.

Los jóvenes lideran la resistencia. Un estudiante de 21 años, Antonio Moreno, enfundado con un casco de obrero y un improvisado escudo de madera con la palabra “resiste”, dice: “Hay que mantenerse en las calles 50 o 1.000 días más, lo que haga falta”.

El país está completamente dividido y casi paralizado. Sufre un colapso económico que genera un gran faltante de alimentos y medicinas. A esto se le suma una inflación que, según el FMI, escalará a 720% este año. Se trata de un verdadero cóctel que se complementa con altos índices de criminalidad.

Tal es así, que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, sostuvo que “la única salida para resolver la aguda crisis política es la de convocar a elecciones generales”. Para eso es necesaria una “negociación definitiva”, afirmó.

Esta nueva oleada de marchas se desató luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) -acusado por la oposición de ser servil al gobierno- asumiera el 30 de marzo las funciones del Parlamento.

“Trump, go home”

En el cóctel de inflación, protestas y represión metió la nariz el presidente nortemaricano Donald Trump que calificó la situación del país como “una vergüenza para la humanidad”.

Las declaraciones no le cayeron nada bien a Maduro, que lo mandó a la casa: “Saca tus manos de aquí, Donald Trump, go home”.

Maduro enfrenta el rechazo de siete de cada diez venezolanos, en medio de la devastación económica, que se acentuó con la caída de los precios del petróleo en 2014. El principal apoyo de Maduro es la Fuerza Armada, con enorme poder político y económico, que varias veces le expresó su “lealtad incondicional”. Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, se prevé que Maduro reciba en el Palacio presidencial de Miraflores a más de dos mil trabajadores que, vestidos de rojo, marcharon en respaldo a la Asamblea Constituyente “popular” convocada por el mandatario.

La oposición rechaza la Constituyente porque considera que busca evitar elecciones. Sin embargo, Maduro ha garantizado que en 2018 habrá comicios presidenciales, como ordena la ley. La fiscal general chavista, Luis Ortega, opinó que esa iniciativa agravaría la crisis. Aún están pendientes los de gobernadores, que debieron realizarse en 2016.

Maduro insiste en que la Constituyente “es el camino para la paz, el diálogo y el consenso”, mientras que la oposición sólo propone “violencia y muerte”.

Con información de TN Noticias.

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