Stark recordó que una de las acusaciones de grupos que se oponen al Plan Nacional de Niñez es que se hizo “entre cuatro paredes” sin haber consultado a grupos cristianos o asociaciones de padres. Sobre el punto, negó que a la Iglesia Católica, por ejemplo, no se le haya invitado a participar de la elaboración del documento. Por el contrario, dijo que sus representantes rechazaron la invitación.
“Son varias organizaciones las que están inmersas dentro de la elaboración de este plan y una política que tiene una duración de 10 años. Siempre se han hecho consultas con las organizaciones que trabajan con la niñez, pero que están debidamente reconocidas. También se hicieron invitaciones a varios sectores privados, organizaciones cristianas y otros que no las aceptaron”, subrayó Stark en diálogo con La Unión.
En ese orden, dijo que fueron consultadas más de 1.700 personas de 16 departamentos del país en distintos ámbitos y edades, como encuestas digitales, talleres y hasta conversatorios, así como en foros de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA).
Mencionó que la elaboración de un plan para la niñez de nuestro país “no es algo que estuvo escondido” y que “no es cosa nueva”, sino que es algo que se viene haciendo desde el año 2002.
De hecho, Stark resaltó que el plan, durante su elaboración estaba disponible en la página web del Ministerio de la Niñez, indicando incluso que las reuniones de consulta habían sido publicadas en las redes sociales.