Una serie de cuatro partidos, errores polémicos y abandono: el origen de la fuerte rivalidad entre Barcelona y Real Madrid

Barcelona y Real Madrid encabezan uno de los partidos más importantes del mundo, pero no siempre fue así. Una polémica final en 1916 originó la guerra futbolística que hoy seduce a toda Europa.

Además, como detalló el historiador español Eduardo González, la rivalidad deportiva “es el reflejo de la rivalidad en otros ámbitos”. En este caso, el político.

Paulino Alcántara (Barcelona) – Santiago Bernabéu (Real Madrid).

CAMPEONATO DE ESPAÑA 1916

En los años 20, el poderío de los equipos vascos era el que acaparaba las miradas en el fútbol profesional español. Sin embargo, los enfrentamientos entre madrileños y barcelonistas comenzaban a ser dominantes.

Era un 15 de abril de 1916 cuando Barcelona y Real Madrid se vieron las caras en las semifinales de del torneo, las cuales no fueron ni a un partido, ni a dos, sino a cuatro. Un final polémico que terminó en abandono del conjunto azulgrana en pleno partido.

Un 2-1 a favor del Barcelona en su cancha, y un 4-1 para los merengues en el estadio O’Donell del Atlético de Madrid, le dieron paso a un tercer partido para desempatar, ya que anteriormente no se contaban los goles de diferencia, sino sólo las victorias. Se tuvo que jugar un partido desempate.

El tercer asalto se jugó en el mismo escenario que el segundo. José Ángel Berraondo fue el árbitro, quien según detalló la página web del Barcelona, “había sido socio y jugador del Real Madrid”. Ese vibrante encuentro terminó 6-6.

Un nuevo partido debía jugarse, el cuarto, el cual se disputó en el mismo estadio y con el mismo referí. Los 90 minutos dejaron un 2-2 en el marcador y debía jugarse el alargue.

“El Barça es victima de un arbitraje escandaloso y decide retirarse de la prórroga”.

Los dos goles de Sotero Aranguren, para darle la victoria a los merengues por 4-2, fueron lícitos gracias al apoyo del árbitro español. Fue allí cuando el capitán del conjunto catalán, Santiago Massana, le ordenó a sus compañeros que abandonen el terreno de juego, con 12 minutos por jugar.

Desde ese momento nada fue igual. Cada enfrentamiento tomó mayor relevancia. Las cuestiones sociales acrecentaban la rivalidad ya que el equipo de la capital ha tenido “una gran habilidad para adaptarse a todas las circunstancias políticas”, aseguró el historiador, mientras que a su oponente siempre se lo vinculó con el catalanismo, el cuál esta fuertemente vinculado con la actividad del club.

En los clásicos en el Camp Nou, a los 17:14 minutos de partido resuena el grito de “Independencia”. / Foto: Reuters.

Las diferencias en cuanto a la cuestión política que representa cada institución hacen prácticamente imposible una reconciliación: “Hacen falta directivos muy hábiles, pero solamente para que se pueda suavizar la tensión”, subrayó Eduardo González.

Con información de Infobae.

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