COVID-19: Estados Unidos superó los 200.000 muertos, la cifra más alta del mundo

En el país, cada semana mueren por coronavirus unas 800 personas. Un dato que hoy ha roto la barrera simbólica de las 200.000 muertes, que se creía el tope máximo de mortalidad nacional en esta pandemia. Ahora se piensa que Estados Unidos podría cerrar el año con más de 378.000 decesos, mientras el presidente Donald Trump se congratula por su gestión de la crisis sanitaria.

Foto: rtve.es.

Este 22 de septiembre el mundo despertó con más de 31.300.000 casos y más de 965.000 muertes. Pero el dato estremecedor es que 200.000 de esos decesos por el nuevo coronavirus ocurrieron solo en un país: en Estados Unidos.

Según un monitoreo de Reuters, en promedio, cada semana mueren en el país unas 800 personas. Son seis de cada 10.000 residentes. Si bien la cifra está por debajo de las 2.806 muertes diarias registradas el 15 de abril, se creía que 200.000 sería el número máximo de vidas perdidas en la nación durante la pandemia.

Hoy esa cifra superada da relevo a otro pronóstico del instituto de salud de la Universidad de Washington. Y es que ahora las muertes podrían llegar a las 378.000 a finales de este año, con una cifra diaria de 3.000 en diciembre, debido al frío del invierno.

Se trata de proyecciones nuevas ante una radiografía que pone al 70% de los fallecidos con más de 65 años, y a los estados sureños de Texas y Florida, además de California, primeros en casos diarios, sobre un total que ya ronda los 42.000.

Son los estados más poblados de Estados Unidos y los que hasta hoy registran la mayor cantidad de infecciones, tras superar al que fuera durante mucho tiempo el epicentro del brote, el estado de Nueva York. Dichas infecciones han aumentado en un 5% en solo una semana, luego de ir a la baja durante todo un mes.

Para el doctor Anthony Fauci, principal epidemiólogo del país, “la idea de 200.000 muertes es aleccionadora y en varios aspectos impresionante”, pero podría no quedar ahí. Fauci considera que Estados Unidos podría caer en una nueva situación desesperada, no solo por el frío, sino por las medidas de salud pública que se han implementado por estados.

Una opinión completamente opuesta a la del presidente Donald Trump, quien valora que ha hecho un trabajo excepcional en esta pandemia: “No afecta (el virus) prácticamente a nadie. Es algo asombroso (…) Afecta a las personas mayores con problemas cardíacos y otras afecciones. Si tienen otros problemas, eso es lo que realmente les afecta, es todo”, dijo el lunes en Ohio, en un mitin presidencial.

Hoy, en el marco de la 75 Asamblea General de la ONU, ha sostenido que Estados Unidos ha lanzado la movilización más agresiva que se recuerda desde la Segunda Guerra Mundial.

Para el presidente, que en noviembre se juega su reelección al cargo, el sistema estadounidense está por encima del chino (país al que culpa y da plena responsabilidad del virus), ha logrado invertir en vacunas que pronto podrían ser distribuidas, además de reducir un 85% las muertes ocurridas desde abril.

Pese a todo, hoy el titular es que Estados Unidos es el país más afectado en cuanto a mortalidad durante la pandemia, con más de 6,9 millones de estadounidenses contagiados. Brasil le sigue con más de 137.000 muertes.

 

Con información de Reuters y EFE.

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