Centro Astronómico de San Cosme y San Damián presenta nuevos elementos interactivos

El Centro de Interpretación Astronómica Buenaventura Suárez suma nuevos elementos interactivos con los que invita a quienes visitan la Ruta de las Misiones Jesuíticas Guaraníes, a adentrarse en la ciencia astronómica de una manera divertida. El mismo está ubicado en el predio de la Misión Jesuítica Guaraní de San Cosme y San Damián, Itapúa.

Dos nuevos elementos se incorporan al planetario, al observatorio astronómico, a la sala de proyección multimedia y al bloque de servicios ofrecidos en el lugar.

El primero de ellos es una Galaxia en cuyo centro se recrea un Agujero Negro, en forma de un tobogán para deleite de los visitantes más pequeños. El segundo es, un gnomon que consiste en un bastón cuya sombra al mediodía indicará las fechas de los equinoccios (inicio de la primavera y el otoño) y de los solsticios (verano e invierno).

Estas innovaciones fueron construidas por el escultor Andrés Villalba. El conocido artista local trabaja sobre todo tipo de materiales, como ser la madera, la piedra y el cemento. A lo largo de su carrera tuvo a su cargo importantes obras como la restauración del Mascarón de Proa de la Fragata Libertad, importante buque de vela de la Flota de Mar de la Armada Argentina.

Asimismo, fue el creador de la escultura del jesuita Buenaventura de Suarez, ubicado en la Plaza Mayor de San Cosme y San Damián. El padre Suárez es considerado pionero de la astronomía americana en el siglo XVIII. En aquella época el sacerdote se valía de los materiales disponibles en la misión y de cristales de cuarzo que encontraba a orillas del río Paraná, para fabricar sus telescopios.

El centro está abierto todos los días de 07:00 a 21:00 horas. Las tarifas de acceso son de 5.000 guaraníes para niños hasta 12 años, mayores de 65 años y pobladores de Itapúa; 15.000 guaraníes para paraguayos en general y 25.000 guaraníes para extranjeros. Con el mismo boleto se puede acceder también a las Misiones de Santísima Trinidad del Paraná y de Jesús de Tavarangué, durante tres días.

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