Los hallazgos también muestran diferencias por género: en las mujeres, el uso temprano del celular se asocia con una menor autoestima y resiliencia emocional, mientras que en los hombres impacta negativamente en su estabilidad, tranquilidad, autoconfianza y empatía durante la adultez.
El estudio apunta además a la responsabilidad de las redes sociales en estos efectos. Se estima que el acceso prematuro a estas plataformas explica el 40 % de los problemas de salud mental detectados, el 13 % de las malas relaciones familiares, el 10 % de los casos de ciberacoso y el 12 % de los trastornos del sueño.
Según los investigadores, factores como las comparaciones sociales constantes, la exposición a contenidos dañinos y la pérdida de horas de descanso por el uso excesivo de redes estarían detrás del deterioro en el bienestar mental. El estudio refuerza el llamado a un uso responsable de la tecnología desde edades tempranas.