“Mi sobrino Luciano tenía 18 años y falleció en aquella jornada en Marina Cué, recibió un balazo en la nuca y murió ahí mismo. A él ni a los otros campesinos fallecidos, que en total fueron 11, no se les hizo la autopsia”, dijo Darío Acosta, familiar de uno de los caídos en la Masacre de Curuguaty, en conversación con Cada Siesta por La Unión.
Indicó que la situación en las tierras de Marina Cué, donde ocurrieron exactamente los hechos, prácticamente sigue igual.
La Masacre de Curuguaty, Departamento de Canindeyú, ocurrió el 15 de junio de 2012, cuando se realizó una intervención policial con el objetivo de desalojar a campesinos que ocupaban tierras en esa localidad. Hubo un enfrentamiento que arrojó como resultado un total de 17 muertos.
La consecuencia política fue la destitución del entonces presidente de la República, Fernando Lugo.
En julio de 2016, el tribunal de Asunción a cargo del caso condenó a penas de entre 4 y 30 años de cárcel a 11 campesinos acusados. Finalmente, en 2019 todos los condenados fueron absueltos.